viernes, 23 de mayo de 2014

Higiene del sueño

La Asociación Española del Sueño (ASENARCO) da una serie de pautas para llevar una buena higiene del sueño, para poder mejorar la atención diurna y disfrutar de un sueño reparador durante la noche.

CONSEJOS PARA LLEVAR UNA BUENA HIGIENE DEL SUEÑO



  • Mantenga horarios regulares para acostarse y levantarse
  • Mantenga buenos hábitos alimentarios, una dieta equilibrada rica en frutas y verduras evitando las grasas de origen animal.
  • Evite excitantes, Reduzca o suprima el consumo de café, té, cacao y bebidas colas.
  • Practique algún tipo de ejercicio de relajación durante el día (Yoga, tai-chi, meditación…).
  • De paseos a la luz del día esto facilitara el aumento de melatonina en la noche y en consiguiente un mejor sueño.
  • Repita cada noche una rutina de acciones que ayuden a prepararse mental y físicamente para irse a la cama. Lavarse los dientes, ponerse el pijama, preparar la ropa del día siguiente…
  • Disponga de un entorno apropiado para dormir (silencioso, oscuro y con temperatura agradable entre 18 y 20 grados.

Recuerda que está en tus manos recuperar o aprender nuevos hábitos en tu vida para mejorar tu sueño. 

Fuente:Asociación Española del Sueño www.asenarco.es/

Pruebas médicas para valorar el sueño

Una vez que el electroencefalograma fue descubierto, que sirve para medir la actividad eléctrica cerebral, se han podido estudiar los cambios que se producen en el sistema nervioso, cuando estamos durmiendo. Los registros necesarios para registrar las diferentes partes del sueño son: 

  • La actividad cerebral. (EEG)
  • El tono muscular (EMG)
  • Los movimientos oculares (EOG) 

LA POLISOMNOGRAFÍA


Es un examen de la actividad cerebral, de la respiración, del ritmo cardíaco, de la actividad muscular  de los niveles de oxígeno en la sangre mientras se duerme. 
Esta prueba es apta para estudiar los distintos trastornos del sueño y se realiza mientras la persona evaluada duerme, normalmente en la Unidad del sueño.  
Antes de empezar la prueba, se prepara al paciente para ésta, para lo que se aplican una serie de electrodos (sensores) en la cabeza, así como en otras partes de la cara y del cuerpo. También se le colocarán otros sensores que midan la actividad cardiorrespiratoria. 
La duración de esta prueba es de 8-9 horas, por lo que el paciente acude a la Unidad del sueño por la noche y la abandona por la mañana, estando en ella un total de 8 horas aproximadamente. 

TEST DE LATENCIA MÚLTIPLE (MSLT)

Esta prueba se realiza para evaluar la somnolencia diurna excesiva. Para esto, se realiza una polisomnografía la noche anterior, para rechazar los posibles trastornos del sueño, las apneas, etc. 
Se realiza durante el día, así el sujeto se acuesta en una habitación sin luz y sin realizar esfuerzos para dormirse. Se repite 5 veces al día. 
Mide la latencia (tiempo que tarda en dormirse). 

TEST REPETIDO DE VIGILANCIA SOSTENIDA (RTSW)

Es un técnica inversa al test de latencia múltiple. Se coloca a la persona a evaluar en una habitación sin ruido y con poca luz, y éste tiene que permanecer despierto. Se repite varias veces durante el día. También mide la latencia, pero se usa como capacidad para mantener la vigilancia. 

FUENTE: Asociación Española del Sueño www.asenarco.es/

Fases del sueño

fases del sueño

El estudio de las fases del sueño se realiza mediante varios instrumentos tales como el electroencefalograma (EEG), el electromiograma (EMG) y el electrooculograma (EOG) que registran parámetros electrofisiológicos. Así mismo, se recogen parámetros tales como la frecuencia cardiaca, el ritmo respiratorio y la conductancia eléctrica de la piel. El sueño está formado por ciclos de sueño de ondas largas, ondas cortas (ambas conforman el denominado sueño No-REM) y sueño paradójico o sueño si-REM. Los ciclos de ondas cortas y sueño paradójico o si-REM se alternan entre sí y duran unos 90 minutos. En una noche pueden darse entre 4 y seis de estos ciclos.


Durante el período en que descansamos el sueño pasa por diferentes fases:
  • Sueño de ondas lentas: su duración es de unos 90 minutos
  • Etapa 1 (Adormecimiento): es un estado de somnolencia que dura unos diez minutos, donde el EEG muestra una cierta actividad de onda theta (3,5-7,5 Hz). Es la transición entre la vigilia y el sueño. Se pueden dar alucinaciones tanto en la entrada como en la salida de esta fase. (5 % del tiempo total del sueño).
  • Etapa 2 (Sueño ligero): Disminuyen tanto el ritmo cardíaco como el respiratorio. El registro del EEG muestra períodos de actividad theta, husos del sueño y complejos K. Los husos del sueño son conjuntos de ondas de entre 12 y 14 Hz que suceden varias veces por minuto entre las fases 1 y 4 del sueño. Los complejos K son ondas agudas que aparecen de forma abrupta y actúan como mecanismo de inhibición para que el sujeto no se despierte. De este modo, sufrimos variaciones en el tráfico cerebral, períodos de calma y súbita actividad, lo cual hace más difícil despertarse. En algunos casos, se llega a un proceso en el cual nuestras pulsaciones son extremadamente bajas y el sueño es tan profundo que el cerebro presenta dificultades para registrar contacto con el cuerpo, por lo que manda un impulso para corroborar que dicha conexión entre el cerebro y el cuerpo esté en normal funcionamiento. Éste impulso produce una reacción, la cual es abruptamente recreada por la mente, por lo que se produce una sensación violenta y el cuerpo actúa en base a dicha sensación, generalmente con un violento y rápido movimiento del cuerpo. Aquello último es popularmente conocido como "Soñar que caemos". (50 % del tiempo).
En la misma surgen esporádicamente dos grafoelementos típicos del EEG del sueño: las espigas del sueño (ondas puntiagudas) y los complejos K (picos repentinos).
  • Etapa 3: Fase de transición hacia el sueño profundo. Pasamos unos 2 - 3 minutos aproximadamente en esta fase.
  • Etapa 4 (Sueño Delta): Fase de sueño lento, las ondas cerebrales en esta fase son amplias y lentas así como el ritmo respiratorio. Cuesta mucho despertarnos estando en esta fase que dura unos 20 minutos aproximadamente. No suelen producirse sueños. (20 % del tiempo total del sueño). Se considera que ésta es la fase que determina una buena o mala calidad del sueño en términos de su eficiencia, esto es, la experiencia subjetiva de que el sueño ha sido o no reparador.
  • Fase REM: característica en la cual el cerebro está muy activo, el tronco cerebral bloquea las neuronas motrices de manera que no nos podemos mover. REM proviene de la frase en inglés Rapid Eye Movement (Movimiento del Ojo Rápido), debido al característico movimiento de los globos oculares bajo los párpados. Ésta es la fase donde soñamos y captamos gran cantidad de información de nuestro entorno debido a la alta actividad cerebral que tenemos.
A lo largo de la noche, el sueño lento (NREM) se alterna con sueño paradójico (REM). El total del sueño paradójico es el 25 % del sueño. En esta fase se muestra una actividad cerebral semejante a la de la vigilia.
Los trastornos del sueño se clasifican en disomnias, parasomnias, alteraciones del sueño relacionadas con causas médicas o psiquiátricas y otros trastronos del sueño, que afectan de un modo más o menos acentuado a las diferentes fases del sueño.Así mismo, algunos fármacos utilizados para el tratamiento de los trastornos del sueño puede modificar la arquitectura del sueño por lo que deben ser administrados bajo estricto control médico, siendo el médico el que debe valorar la relación coste/benificio de su administración de forma personalizada, nunca el paciente.

Referencias : Wikipedia

sábado, 17 de mayo de 2014

Vídeo sobre trastornos del sueño y sus consecuencias

Doctora Guadalupe Terán Pérez, coordinadora de investigación de la Clínica de Transtornos del Sueño de la Universidad Autónoma Metropolitana. Nos habla sobre cómo nos  afecta a nuestra vida diaria no poder dormir bien.

Clasificación internacional de los trastornos del sueño

1. Disomnias

a) Trastornos intrínsecos del sueño

- Insomnio psicofisiolófico
- Mala percepción del sueño
- Insomnio idiopático
- Narcolepsia
- Hipersomnia recurrente
- Hipersomnia idiopática
- Síndrome de apneas obstructivas del sueño
- Síndrome de apneas centrales del sueño
- Síndrome de hipoventilación alveolar central
- Trastorno intrínseco del sueño no especificado

b) Trastornos extrínsecos del sueño

- Higiene inadecuada del sueño
- Trastorno del sueño ligado a un factor ambiental
- Insomnio de altitud
- Trastorno del sueño ligado a una circunstancia particular
- Síndrome de sueño insuficiente
- Trastorno del sueño ligado a horarios demasiado rígidos
- Trastorno del adormedicmiento ligado a una perturbación de la rutina al acostarse
- Insomnio por alergia alimentaria
- Síndrome de bulimia
- Trastorno de sueño ligado a una dependencia a hipnóticos
- Trastorno del sueño ligado al consumo excesivo de estimulantes
- Trastorno de sueño de orifen tóxico
- Trastorno extrínseco del sueño no especificado

c) Trastornos del ritmo circadiano del sueño

- Síndrome de los vuelos transmeridianos
- Trastorno de sueño relacionado con el trabajo a turnos
- Patrón de vigilia-sueño irregular
- Síndrome de fase de sueño retrasada
- Síndrome de fase de sueño adelantada
- Trastorno del ritmo circadiano de sueño no especificado

2. Parasomnias

a) Trastornos del despertar

- Despertar confusional
- Sonambulismo
- Terrores nocturnos

b) Trastornos de la transión vigilicia-sueño

- Movimientos rítmicos del sueño
- Sobresaltos del sueño
- Somniloquia
- Calambres nocturnos en los miembros inferiores

c) Parasomnias asociadas habitualmente al sueño REM

- Pesadillas
- Parálisis del sueño
- Trastorno de las erecciones fisiológicas en relación con el sueño
- Erecciones dolorosas ligadas al sueño
- Parada sinusual ligada al sueño REM
- Trastornos del comportamiento durante el sueño REM

d) Otras parasomnias

- Bruxismo
- Enuresis
- Síndrome de deglución anormal ligada al sueño
- Distonía paroxística nocturna
- Síndrome de muerte súbita durante el sueño
- Ronquido primario
- Apnea del sueño en la infancia
- Síndrome de hipoventilación central congénita
- Síndrome de muerte súbita del lactante
- Mioclonias neonatales benignas del sueño
- Otras parasomnias no especificadas

3. Trastornos del sueño asociados a enfermedades orgánicas o psiquiátricas

a) Asociados a trastornos psiquiátricos

- Psicosis
- Trastornos afectivos
- Trastornos de ansiedad
- Trastornos de pánico
- Alcoholismo
- Asociados a trastornos neurológicos
- Enfermedades degenerativas cerebrales
- Demencias
- Enfermedad de Parkinson
- Insomnio fatal familiar
- Epilepsia ligada al sueño
- Estado de mal eléctrico epiléptico ligado al sueño
- Cefaleas nocturnas







b) Asociados a trastornos neurológicos

- Enfermedades degenerativas cerebrales
- Demencias
- Enfermedad de Parkinson
- Insomnio fatal familiar
- Epilepsia ligada al sueño
- Estado de mal eléctrico epiléptico ligado al sueño
- Cefaleas nocturnas

c) Asociados a otras enfermedades

- Enfermedad del sueño
- Isquemia cardíaca nocturna
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
- Asma nocturna
- Reflujo gastroesofágico durante el sueño
- Ulcera péptica
- Síndrome de fibrositis

4. Trastornos del sueño propuestos

- Dormidores cortos
- Dormidores largos
- Síndrome de subvigilancia
- Mioclonias fragmentarias
- Hiperhidrosis del sueño
- Trastornos del sueño asociados a la menstruación
- Trastornos del sueño asociados al embarazo
- Alucinaciones hipnagógicas terroríficas
- Taquipnea neurogénica del sueño
- Laringoespasmo durante el sueño
- Síndrome de ahogo durante el sueño


Ansiedad y Trastorno del sueño

INTRODUCCIÓN

Dormir bien es fundamental para que a nivel cognitivo, psicológico y orgánico funcione correctamente. Pero hay que tener en cuenta que las actividades que realizamos durante el día, los problemas que van surgiendo, nuestro trabajo, etc. todo ello puede afectarnos notablemente  cuando vamos a dormir, haciendo que la latencia antes de dormir aumente, que tengamos un sueño poco reparador y por ende, nos levantemos más cansados aún que cuando nos acostamos la noche anterior. A destacar como un factor predominante que favorece problemas para conciliar el sueño es la ansiedad.

Se puede asegurar que un estado de ansiedad moderada o intensa durante todo el día afecta a la conciliación del sueño. Del mismo modo, el retardo en conseguir dormir puede aumentar la aparición de pensamientos intrusivos que generan un estado de activación aún mayor, ya sea en cuanto a la fisiología como emocionalmente, aumentando a su vez la ansiedad creándose así un círculo vicioso que es necesario comper.

ANSIEDAD

En cuanto a la relación entre ansiedad y dificultad para dormir aún se ve más acrecentado en las personas que padecen insomnio crónico porque las reacciones de ansiedad les perjudican más cuando se van a la cama (Chambers y Kim, 1993). Como siguen diciendo estos autores, cuando aparece ansiedad y el insomnio crónico aparece dificultad para conciliar el sueño así como su mantenimiento durante toda la noche,  disminuyendo la calidad del mismo y provocando un excesivo sueño diurno en estas personas.
Un caso también importante son aquellos insomnes que tambien sufren de estrés postraumático ya que presentan patrones de sueño mucho más alterados, movimientos corporales durante el sueño, mayor índice de ansiedad y fatiga diurna que quienes no lo padecen.


En otros estudios hay consenso en defender que tanto la capacidad de predicción como de control de las consecuencias negativas de los factores ambientales o el comportamiento son importantes y pueden influír en la aparición o empeoramiento de los problemas de insomnio.

los problemas de sueño y la ansiedad no sólo se manifiestan cuando se va a dormir y en el mantenimiento del sueño sino que el no descansar es un factor principal en los problemas emocionales que sufren las personas al día siguiente. Les perjudica en el mantenimiento de la atención, en la concentración, jaquecas, migrañas, fatiga, alteraciones en el estado de ánimo sintiéndose muy alterables e irritables, enfadados, etc., (Hauri, 1979).

Trastornos del sueño

Tipos de trastornos del sueño y clasificación

Pasamos aproximadamente un tercio de nuestra vida durmiendo y los trastornos del sueño pueden tener una gran repercusión en nuestra calidad de vida así como afectar a nuestro estado de ánimo.

Los trastornos se pueden dividir en: insomnios, hipersomnias, trastornos del ritmo circadiano de sueño, parasomnias y disomnias.


1. Insomnio
Se caracteriza por ser un trastorno de la vigilia que dura las 24 horas del día y se manifiesta como la percepción de un sueño insuficiente, suele ser difícil de conseguir, cuando se consigue dormir este sueño es insatisfactorio y no reparador. Durante el día, el sujeto presenta cansancio, trastornos de la atención, de la concentración y de la memoria, además de irritabilidad y humor depresivo.

Otro tipo de insomnio se denomina ocasional o de corta duración. Este tipo ocurre por causas externas al organismo, como pueden ser falta de higiene del sueño, ligado a causas medioambientales, de ajuste a situaciones de un contenido emocional importante, insomnio secundario a cambios bruscos de horario, por estrés físico ocasional y por rebote debido a la supresión brusca de ciertos hipnóticos.


1.2. Insomnio Crónico
Se debe a causas intrínsecas al organismo. Se subdividen en:

- Insomnio psicofisiológico: se asocia a un factor de tensión somatizada y a otro de condicionamiento desfavorable al sueño. Los sujetos tienen un alertamiento fisiológico excesivo y taquicardia, pequeñas contracciones musculares u otros signos, que confirman un alertamiento parcial durante el sueño. Muchas de las personas que padecen este tipo de insomnio tienen una personalidad con una elevada ansiedad y depresión. 

- Mala percepción del sueño: entre un 5 y 10% de pacientes se quejan de dormir muy poco o nada, lo que no se corresponde con los resultados objetivos del PSG. Este tipo de pacientes presenta un pseudoinsomnio o se trata de simuladores.
La ansiedad origina un 45% de insomnios de causa psiquiátrica. También se encuentran asociados insomnio y manía, esquizofrenia, trastorno de pánico y los trastornos de la alimentación.


1.3. Insomnio asociado a trastornos neurológicos

Este tipo se observan en enfermedades degenerativas cerebrales, demencias, epilepsia y en la cefalea ligada al sueño. El insomnio produce una disfunción de las estructuras activas del sueño o puede deberse a una patología psicosomática asociada a la enfermedad neurológica
Las enfermedades somáticas se acompañan de insomnio no solamente porque cursan con síntomas como dolor, disnea o fiebre, sino también por la ansiedad y la depresión con que suelen asociarse.


2. Hipersomnias

Hipersomnia o somnolencia diurna excesiva (SDE) es la incapacidad de permanecer despierto y alerta durante el periodo de vigilia, con episodios no intencionados de sueño en circunstancias inapropiadas. La hipersomnia interfiere negativamente en las actividades socialesy de la vida en general así como en la calidad de vida de la persona que la padece. Suele ser más frecuente en los adolescentes.


3. Trastornos del ritmo circadiano de sueño

Las personas que padecen este trastorno tienen la cantidad y calidad del sueño normal pero ocurren en un horario que no es correcto respecto a lo establecido culturalmente. En ellos, el marcapasos circadiano está retrasado o adelantado respecto a la hora deseada. Los niños y adolescentes con un TRC no han entrenado correctamente su reloj biológico tienen un retraso de fase (Síndrome de Retraso de Fase, SRF), un adelanto de fase (Síndrome de Adelanto de Fase, SAF), un RC de más de 24 horas (Síndrome hipernictemeral) o un patrón irregular de los episodios de sueño y vigilia.


4. Paramsonias

Las parasomnias consisten en fenómenos episódicos que perturban el sueño nocturno sin que sus mecanismos de control, ni los de la vigilia, estén directamente involucrados. Estos trastornos representan episodios de activación del sistema nervioso central que implican al cuerpo a través de las vías motoras, al sistema nervioso vegetativo o a las funciones psíquicas.


5. Disomnias 

Son trastornos intrínsecos cuyo origen es orgánico, también pueden ser extrínsecos cuya causa es externa y las alteraciones de los ciclos circadianos que son una distorsión sueño-vigilia.

Emoción, Activación y Trastornos del sueño

 INTRODUCCIÓN

De entre todos los trastornos del sueño, el insomnio es uno de los más relevantes, tanto por su frecuencia (alrededor del 25% de la población padece en mayor o menor grado este
problema), como por el sufrimiento y molestias que conlleva.

El insomnio puede clasificarse en función de la causa que lo ha producido o de la forma en que se manifiesta. A pesar de que el sueño es una necesidad ineludible e imprescindible para la super vivencia del organismo, la calidad o cantidad de éste puede verse afectada por múltiples factores,convirtiendo al insomnio en uno de los problemas de salud epidemiológicamente más relevantes en nuestra sociedad .

VARIABLES EMOCIONALES E INSOMNIO

Los factores emocionales tienen gran importancia en cuanto a los problemas de salud y el sueño, a su vez, la ausencia de un buen descanso afecta a las emociones, a cómo nos sentimos día a día, cómo actuamos frente a los problemas de la vida diaría y ante los imprevistos.  Vamos a clasificar algunos de estos trastornos emocionales más frecuentes:

1- Alexitimia: problemas para describir los sentimientos que uno tiene, incapacidad para crear emociones a nivel mental así como relacionarlas con las sensaciones corporales. se relaciona con los problemas para conciliar el sueño y según Nemiah (1977), en las personas con alexitimia hay una desconexión entre el sistema límbico y neocórtex, que tendría como consecuencia que estas personas no sean conscientes de las emociones producidas. 

2- Trastornos del estado de ánimo como el trastorno depresivo afecta al sueño de forma que los pacientes tienen la necesidad de dormir muchas más horas que las establecidas normalmente y con excesiva somnolencia cuando están despiertos. Suelen tener despertares frecuentes y según el grado de la depresión afecta directamente al grado de insomnio.

SUEÑO Y ACTIVACIÓN

Una de las concepciones más extendidas acerca de las características de los 
insomnes fue que quienes padecen frecuentemente este trastorno debieran tener un grado de activación autonómica más elevado que quienes duermen con normalidad. Tal afirmación se conoce como "hipótesis de Monroe" y está basada en las investigaciones de dicho autor, en las que se postulaba que podemos distinguir a insomnes de no inso mnes en función de que los primeros presentaban indicadores más elevados en la actividad simpática (Monroe,1967). 


Está confirmado que la activación fisiológica elevada dificulta la conciliación del sueño pero no que los patrones de las personas que padecen insomnio crónico manifiesten un arousal muy alto. Los tratamientos encargados de disminuír la excitación fisiológica no consiguen los resultados esperados. Por otro lado, también afecta la activación cognitiva, es decir, los pensamientos recurrentes que aparecen en el momento de conciliar el sueño y cuyo contenido se relaciona con la dificultad de poder dormir.


El  arousal fisiológico producido como consecuencia de la activación cognitiva dificulta la conciliación del sueño. Éste sería el fundamento de la eficacia en el tratamiento del insomnio de las técnicas de intervención destinadas a reducir la activación somática (Nicassio, Bolylan y McCabe, 1982). Por otro lado, la eficacia de las técnicas cognitivas, tales como distracción y técnicas de control mental (Woolfolk y McNulty, 1983) vendría explicado por la utilidad de las mismas para impedir la aparición de pensamientos intrusivos. No obstante, debido a la íntima relación entre arousal cognitivo y fisiológico, tanto las técnicas fisiológicas pueden ejercer un control cognitivo, como las propias técnicas cognitivas pueden conseguir que se reduzca la activación fisiológica.



viernes, 16 de mayo de 2014

Video de Redes "Más allá de los sueños"







En este video, Eduard Punset habla con Nicholas Humphrey, profesor de Psicología en la Universidad de Nueva York, investigador en el London College de Economía y conocido internacionalmente por sus estudios sobre la mente y la conciencia, sobre varios aspectos interesantes del sueño humano.

insomnio y ansiedad


ARTÍCULO "ANSIEDAD Y TRASTORNOS DEL SUEÑO", DE M. C. MONTAÑÉS

Chóliz, M. (1999). Ansiedad y trastornos del sueño. En E.G. Fernández-Abascal
y F. Palmero (Eds.): Emociones y Salud (pp. 159-182). Barcelona: Ariel.
Recuperado de : http://www.uv.es/=Choliz/SuenoAnsiedad.pdf

En este artículo de Mariano Chóliz Montañés se habla sobre cómo influye la ansiedad en los trastornos del sueño.  Primeramente habla de que el sueño es un estado circadiano que se alterna con el estado de vigilia en un ritmo bifásico, es decir, se alterna vigilia y sueño. Además, haba también de las distintas fases por las que pasa el sueño (REM y no REM).
Tras esto, e autor analiza l relación entre los problemas del sueño y las reacciones emocionales tales como a ansiedad, en la cual se centrará el artículo. Habla de las disomnias principales que afectan al sueño y al correcto descanso, así como las parasomnias. Para ello, aorta una tabla con la clasificación internacional de los trastornos del sueño.
Tras todo esto, el autor comienza a centrarse en la relación que existe entre activación y ansiedad, que por otra parte también resulta relevante en los problemas relacionados con el sueño. Por este motivo existen diversas investigaciones que abarcan la relación activación-problemas de sueño, la cual da lugar a diferentes hipótesis sobre el insomnio relacionándolo con la ansiedad y, a su vez, con la activación: un ejemplo de esto es la conocida “hipótesis de Monroe”, la cual defiende que las personas que padecen insomnio  se caracterizan por tener un grado de activación más elevado que quienes duermen con normalidad. Pero, a pesar de la lógica de éste argumento, no se ha conseguido demostrar con la suficiente claridad un patrón psicofisiológico que caracterice los trastornos en el inicio y mantenimiento del sueño.
Otras variables que parecen implicadas, según el autor, en el padecimiento de insomnio es la activación cognitiva, entendiéndose por tal la presencia de pensamientos recurrentes intrusivos que aparecen en la situación de inicio del sueño y cuyo contenido afecta a l correcta conciliación del mismo, a su calidad o a otras consecuencias desagradables que pueda tener éste patrón poco beneficioso.
Una vez analizados los vínculos entre activación e insomnio, el autor se centra más concretamente en la relación entre ansiedad e insomnio, ya que es donde más influencia ejerce de entre todos los trastornos del sueño. La ansiedad moderada produce dificultad para conciliar el sueño, lo cual se ve agravado por la aparición de pensamientos recurrentes intrusivos a la hora de dicha conciliación que hacen que se incremente la respuesta de ansiedad y que se empeoren las condiciones a la hora de iniciar el sueño. Si la persona padece insomnio crónico, dicha relación entre ansiedad e insomnio queda más patente y tiene peores efectos.
En cuanto a trastornos por ansiedad más concretos, el trastornos por estrés postraumático tiene marcadas consecuencias sobre el sueño, ya que éste puede ser el causante de la aparición de sueños recurrentes desagradables sobre dicho evento, lo cual hace que el sueño se vea alterado y sea de mala calidad: patrones de sueño más alterados, movimientos corporales, mayores síntomas de ansiedad y fatiga diurna que quienes padecen insomnio pero no sufren éste trastorno concreto. La ansiedad también puede afectar en otros desórdenes del sueño, como las pesadillas, terrores nocturnos, ataques de pánico durante el sueño o sonambulismo.

En definitiva, se puede resaltar la importancia que tiene la ansiedad en los trastornos del sueño, tanto en su aparición como en el mantenimiento y en las consecuencias negativas de dichos trastornos en la persona. Por eso es importante seguir investigando en esta línea, ya que existen evidencias de que la ansiedad es uno de los factores claves en el insomnio, y el trabajar en ella puede hacer que mejore la calidad del sueño de muchos pacientes y, con ella, su calidad de vida.

Más sobre Parasomnias


Sueño en los niños infograph


infográfico


Trastornos del sueño infográfico


Efectos fisiológicos debido a la falta de sueño

En función de la intensidad y de la frecuencia, la falta de descanso puede provocar:

Diabetes mellitus

En 1996, un estudio del Centro Médico de la Universidad de Chicago demostró que la privación de sueño afectaba la capacidad del cuerpo humano para metabolizar la glucosa, lo cual puede dar como resultado la aparición de diabetes mellitus tipo 2.12

Efectos sobre el cerebro

La privación de sueño puede afectar adversamente la función cerebral. Un estudio realizado en el 2000 por la Escuela de Medicina y el Sistema de Salud de Asuntos de Veteranos en San Diego (California) usó tecnología de imagen por resonancia magnética funcional para monitorear la actividad en el cerebro de un grupo de sujetos privados de sueño que desempeñaban tareas sencillas de aprendizaje verbal.14 El estudio permitió descubrir que algunas regiones de la corteza prefrontal del cerebro presentaban un mayor nivel de actividad en sujetos más somnolientos. Según la tarea, el cerebro intentaba compensar por efectos adversos causados por falta de sueño. El lóbulo temporal, el cual es la región implicada en procesamiento de lenguaje, estaba activado durante el aprendizaje verbal en los sujetos que sí habían descansado, pero no en los sujetos que no habían dormido. El lóbulo parietal, el cual no se activa durante ejercicios verbales en los que descansaron, era más activo en quienes no habían dormido. Mientras que el desempeño memorístico fue menos eficiente con la privación de sueño, se observó que había una asociación entre una mayor actividad en la región parietal y un mejor nivel de memoria.
En 2001, un estudio del Instituto Médico de Chicago sugirió que la privación de sueño puede vincularse con enfermedades más graves, como por ejemplo las cardiopatías y trastornos mentales como la psicosis y el trastorno bipolar. Estudios con animales sugieren que la privación de sueño genera un incremento de hormonas del estrés, lo cual puede reducir la producción de células nuevas en cerebros adultos.15

Efectos sobre el crecimiento

En 1999, un estudio encontró que la privación de sueño generó una reducción en la secreción de cortisol al día siguiente. Se encontró que la privación aumentaba la actividad sobre el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (el cual controla las reacciones ante el estrés y regula la digestión, el funcionamiento del sistema inmune, el estado de ánimo o la sexualidad), y suprimía la hormona somatotropina (llamada también hormona del crecimiento). Los resultados apoyaron estudios previos, los cuales observaron insuficiencia adrenal en casos de hipersomnio idiopático.

Efectos sobre el proceso de sanación

Un estudio realizado en 2005 mostró que cinco días de privación de sueño no tuvo un efecto significativo sobre el proceso de sanación de las heridas en un grupo de ratas, en comparación con un grupo de ratas que no dejaron de dormir.

Referencias Wikipedia.